Los solitarios y la TV se hacen amigos

Las vidas ficticias de los personajes en las series de TV mitigan la sensación de rechazo y poca interacción social.

Para la mayoría de la gente, perderse el capítulo más reciente de una serie televisiva como Lost no pasa de ser un contratiempo menor que puede superarse viendo la repetición del fin de semana. Sin embargo, en aquellas personas más solitarias el ritmo diario de sentarse frente a la TV y presenciar las vidas de sus personajes ficticios favoritos puede ser el método más efectivo de establecer una especie de interacción social.

Así lo muestran cuatro estudios de los sicólogos Jaye Derrick, Shira Gabriel y Kut Hugenberg, de las universidades de Miami y Buffalo (EE.UU.). Según los expertos, los programas de TV dan a las personas poco sociables la ilusión de que sus carencias sociales no existen, ya que sienten un nexo con los personajes similar a la que desarrollan los niños que se sienten solos o que son hijos únicos con sus amigos imaginarios.

En la vida real, dicen los sicólogos, las amistades se fortalecen pasando tiempo juntos y compartiendo vivencias. Una persona que no ha experimentado este tipo de lazos crea relaciones con los personajes de TV, los que evolucionan cuando el espectador participa en la vida personal que el guión le ha dado a su personaje favorito.

Según Shira Gabriel, los estudios apoyan esta hipótesis de sustitución social, en la que los humanos usan tecnologías como la televisión para obtener la experiencia de pertenencia, aún cuando no han vivido realmente ese sentimiento.

Relaciones imaginarias

El primer estudio se basó en un cuestionario repartido a 701 estudiantes, en el cual marcaban las actividades que realizaban al estar solos. El informe demostró que las personas recurrían a la televisión cuando se sentían solas y, a su vez, decían estar más acompañadas.

Un segundo experimento, en el que se le pidió a la gente que escribiera sobre los shows de TV que más les gustaban, mostró que aquellos individuos que recordaban una pelea con alguien cercano tendían a redactar durante mucho más tiempo. Los expertos señalan que la sensación de falta de lazos hace que las personas se refugien en sus programas favoritos: el nexo que sienten con los personajes reemplaza las relaciones fallidas en el mundo real.

Además, al describir sus programas favoritos las personas usaban menos conceptos de exclusión que al relatar los shows que veían luego de hacer zapping. Una clara muestra del efecto que tiene la TV en las personas con pocas relaciones sociales ocurre cuando uno de esos espacios es sacado del aire. En una estudio adicional de la U. de Haifa (Israel), se determinó que ante la posibilidad de perder a sus personajes favoritos las personas mostraban las mismas reacciones negativas que cuando sus relaciones reales se interrumpían.

Los sicólogos de EE.UU. plantean que ante los resultados quizás no es bueno conformarse con el control remoto, porque darles la espalda a la familia y amigos "provoca una mala adaptación en el individuo".

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